Cuando me encontraba estudiando en el colegio, el deseo de saber sobre todas las religiones me llamó bastante la atención. Una de las razones fue que empecé a leer la Biblia. Lamentablemente en cada una de ellas encontraba asuntos que se contradecían, hasta llegar al momento en que no creía en ninguna religión y pensé: “Seguiré adorando a Dios a mi manera.” Mi búsqueda había durado 2 años y todo cambió cuando encontré en el internet una página de Islam donde estaba escrito, “Diálogo entre un cristiano y un musulmán”.
Sinceramente era la primera vez que yo escuchaba acerca de las palabras “musulmán, Islam, y Corán”. Al leer eso lo primero que quería era conseguir un Corán para estudiarlo más a fondo y, Alhamdulilah (Alabado sea Alá), cuando lo tuve en mis manos no pasaron ni 3 días para que yo ya quisiera hacer mi testimonio de fe. Al leer el Corán, inmediatamente supe que era un libro imposible de ser escrito por un ser humano, ya que sentía que Alá conocía todo acerca de la humanidad, como en algunas ocasiones se dirigía a cada uno de nosotros y no dude en ningún instante que era el Mensaje Final, como había dicho el Profeta Muhammad –que la paz y la misericordia de Alá sea con él- el último ladrillo de una serie de Profetas y Mensajeros mandados por Alá a toda la gente.
Alá –Glorificado y Exaltado Sea- me bendijo al otorgarme una oportunidad de ir a estudiar a Medina, Arabia Saudita, luego de que mi mamá y mis hermanos aceptaron el Islam 3 meses después de mí. Ahí permanecí durante ocho años y estudié Leyes Islámicas, o Sharia. Esos años han sido los más bonitos de mi vida, y mejor aún cuando mi esposa se fue a vivir conmigo y nació nuestro hijo, Ismael.
Hace 3 años regresé a México y nos falta mucho por hacer en cuanto a Dawah se refiere, pero Alá –Majestuoso Sea- nos ha agraciado con un buen grupo de hermanos y hermanas dispuestos a trabajar por Su causa, dispuestos a sacrificar de nuestros bienes y tiempo para propagar este bonito Mensaje, a través de clases, conferencias, reuniones, y esfuerzos. Siento que se está logrando, Alhamdulilah.
La historia del Islam en México
La historia del Islam en México se puede decir que es nueva, porque a diferencia de otros países del continente americano donde está registrado que hubo migraciones de miles de personas de países islámicos hacia América y estos fueron bien recibidos; en México hubo muchos obstáculos para que esto llegara a pasar, ya que no se veía bien a gente con diferente tipo de cultura a la ya establecida en ese entonces.
De la misma manera la religión católica siempre ha tenido un papel muy importante dentro de México, tanto a nivel político como social, de esta manera es conocido como uno de los tres países con mayor número de católicos en el mundo. De la misma manera en que podríamos encontrar mezquitas en un país islámico; en México se pueden encontrar iglesias, ésta es otra razón por la que puede ser que el Islam no haya florecido con la llegada de los antiguos migrantes, debido a que encontraban un territorio fuertemente arraigado a las costumbres de los cristianos, donde a quien llevara otro tipo de creencia de seguro que se encontraría en diversas adversidades para seguir con su religión.
Poco a poco los migrantes fueron perdiendo su lengua, cultura y religión, al casarse con no-musulmanas y que los hijos crecieran en la escuela con una educación católica. Solo bastaba que muriese el padre para que el Islam se dejara de practicar en la casa y se encuentran historias de familias musulmanas, que posteriormente sus nietos llegaron a ser sacerdotes o monjas respectivamente.
A finales de los años 70´s hubo más apertura nuevamente para la llegada de extranjeros, pero muy poco se sabe acerca de los que eran musulmanes y siguieron con su religión.
Con la apertura de representaciones diplomáticas de países islámicos se percibió una presencia más palpable dentro de la comunidad islámica, de hecho, una de las embajadas prestaba un espacio para orar en ella los rezos de los viernes alrededor de mediados de los 80´s. También en esos años empezó la construcción de la primera mezquita en México por parte de los shia en la ciudad de Torreón, terminándose en 1989.
El Dawah en México
Si se habla de los musulmanes y los centros islámicos actuales en México, necesariamente se deben de mencionar a personas como Omar Weston, pieza clave para el inicio de la Dawah (propagación) dentro del país, pues fundó una de las primeras páginas del Islam en el internet en español, fundó un Centro Islámico en la capital, y actualmente dirige un Centro fuera de la ciudad en Morelos. De la misma manera se debe mencionar a los musulmanes de Chiapas y los diversos grupos que hay dentro de ellos pues lamentablemente están divididos por problemas sectarios.
En México se podría decir que hay alrededor de 5000 musulmanes, alrededor de 5 a 10 mezquitas a lo mucho y como es un país que cuenta con 32 Estados y una capital, donde en muchos de ellos solo hay pequeños grupos desde 20 hasta 10, 5 o 1 un musulmán o inclusive ninguno. La mayoría de los extranjeros que vienen tienen un proyecto a largo plazo de hacer un buen negocio y después regresarse a su país, sin tener como objetivo alguno el interés de hacer una escuela o mezquita para que sus hijos puedan permanecer en la religión, pues tienen el pensamiento de “¿Para qué? Si yo me regresaré de donde vine”. Esta es una de las razones por las cuales no se cuenta en todo el país con un cementerio para los musulmanes, una mezquita grande que represente al Islam como se debe, y si a eso le agregamos la falta de sheikhs (eruditos) que enseñen la religión, pues solamente hay un licenciado de estudios islámicos en todo el país, como es el caso de su servidor (Isa Rojas) –que me considero un estudiante- y a parte la mala situación económica del país, esto nos da una breve reseña de lo que se puede encontrar.
Pero, Alhamdulilah la gente llega a nosotros cada vez más para abrazar el Islam, de cada 5 personas, una es mujer, y tenemos más oportunidades dentro de las universidades, escuelas, ferias, y exposiciones para hablar sobre esta bella religión que tanto le hace falta a nuestro pueblo mexicano, que sin duda ha sido engañado y abusado durante mucho tiempo por los malos ejemplos de líderes y organizaciones religiosas de otras creencias, haciéndoles perder la esperanza de volver a Alá.