Por el Dr. Jamal Badawi

La mayor Fuente de entendimiento para los musulmanes es el Corán como la escritura final y la última que fue revelada por Dios y ha permanecido intacta. En el Corán dice, “Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: ¡Oh, hijos de Israel! Yo soy el Mensajero de Alá, enviado a vosotros para corroborar la Torá y anunciar a un Mensajero que vendrá después de mí llamado Ahmad [Éste era uno de los nombres del Profeta Muhammad]. Pero cuando se les presentó con las evidencias, dijeron: ¡Esto es pura magia!” (61:6) El nombre Ahmad y Muhammad vienen de la misma raíz árabe y son esencialmente el mismo nombre.

Basado en este versículo del Corán en particular, es obvio que el Profeta Jesús predijo la llegada de un profeta que vendría después de él, e incluso lo mencionó por nombre. Así lo confirma también uno de los dichos del Profeta Muhammad; cuando se le preguntó acerca de su nacimiento, dijo, “Yo soy la respuesta de la oración de mi padre, Abraham, y la buena noticia que dio Jesús.”

El Paráclito

Una de las más importantes de las profecías en el Nuevo Testamento aparece en las escrituras de Juan. El Profeta Jesús, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, habla del Paráclito que vendrá después de él. En griego, es periklytos. Esta palabra se ha traducido, en el Evangelio de Juan, al “Consolador” en la versión de King James, al “Defensor” en la Epístola y al ‘Consejero’ por otros. Nosotros usaremos el término Paráclito.

Descripciones del Paráclito y su perfil aparecen en el decimocuarto, decimoquinto y decimosexto capítulos del Evangelio de Juan y la Epístola de Juan. En el capítulo 14, los versículos 15-18 y 26, en el capítulo 15, los versículos 26 y 27 y en el capítulo 16, los versículos del 7 al 15 particularmente hablan de él. El pasaje que lo menciona, en la Epístola de Juan, es el primer versículo del segundo capítulo. Estos son los principales pasajes que tratan con el Paráclito.

Hasta donde yo sepa, el estereotipo común y la interpretación del Paráclito que Jesús predijo es una referencia al descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos de Jesús en el día de Pentecostés. Pentecostés es una fiesta judía que se celebraba en la primavera. Se afirma que unos diez días después de que Jesús murió, el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos de modo que comenzaron a hablar en distintas lenguas.

To the best of my knowledge, the common stereotype and interpretation of the Paraclete that Jesus foretold is a reference to the descent of the Holy Ghost on the disciples of Jesus on the day of Pentecost. Pentecost is a Jewish festival that used to be celebrated in the spring. It is claimed that about ten days after Jesus died, the Holy Ghost descended on the disciples so that they began speaking in different languages.

De hecho, en el libro de los Hechos, en el capítulo 2 versículos 12-13, describen a los discípulos como aparentando estar borrachos y en estado de embriaguez, diciendo cosas ininteligibles entre sí. Pedro les defendió y dijo que este fue el Espíritu Santo que los hizo capaces de hablar en diferentes idiomas. Esta es la interpretación más común que durante cientos de años ha sido apoyada por la iglesia oficial. Sin embargo, los eruditos musulmanes tienen una opinión diferente. Afirman que este Paráclito o Consolador que Jesús mencionó es el Profeta Muhammad. Dicen que la profecía no está hablando de algo vago o un espíritu, sino de un ser humano, una persona, que vendría después de Jesús.

¿Espíritu o ser humano?

En primer lugar, las palabras de Jesús, en el Libro de Juan (en los versos previamente mencionados), hablan del Paráclito como alguien que no había sido enviado por el Padre ni conocido por el mundo aún. Regresando al Antiguo y Nuevo Testamento, se reconoce que el Espíritu Santo era algo que ya se conocía antes de la llegada de Jesús. En la historia del bautismo de Jesús, Juan el Bautista dice que él vio al Espíritu Santo descendiendo sobre Jesús. A lo largo de las Escrituras del Antiguo Testamento, el concepto del Espíritu Santo, el Ángel de la Revelación, o Gabriel eran conocidos por la gente mientras que Jesús insiste en que el mundo desconoce el Paráclito y que todavía iba a ser enviado por el Padre. El Espíritu Santo fue enviado en diversas ocasiones.

En segundo lugar, Jesús también dice que, “Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes”. (Juan 16:07) Esto significa que la partida de Jesús es un requisito previo a la llegada del Consolador. Él no vendrá a menos que Jesús se vaya. Entonces esto es algo que sucederá en el futuro.

Jesús dice, “Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre”. (Juan 14:16) Es muy significativo que utiliza el término ‘otro’ porque si el Paráclito es el Espíritu Santo, entonces no es otro. De acuerdo con el concepto de la Trinidad, el Hijo (Jesús), el Padre, y el Espíritu Santo son uno y lo mismo. Cuando él dice ‘otro’ está hablando de alguien diferente e independiente.

Hablando en términos históricos, no todos los primeros cristianos creían que el Paráclito es el Espíritu Santo. Esos cristianos ya estaban familiarizados con lo que ocurrió durante el día de Pentecostés. Sin embargo, a lo largo de la historia cristiana, hubieron entre los cristianos, muchas personas que decían ser el Paráclito profetizado por Jesús. Si ellos creían que el Paráclito era un espíritu, entonces no habría ninguna razón para hacer esto. De hecho, Johann Mosheim dice en su libro, Una Historia Eclesiástica, que algunos, como San Agustín y el Padre Tertuliano, en algún momento de sus vidas, fueron seguidores de algunos que proclamaron ser el Consolador. Esto demuestra que el Consolador no fue realmente considerado como un espíritu, sino más bien como una persona que vendría.

El Diccionario Intérprete de la Biblia, que es una fuente muy importante y creíble para la teología cristiana, admite que en el texto griego original del Evangelio se usa el pronombre y adjetivos masculinos. Se utiliza la palabra “otro”, y muestra que este espíritu es considerado como totalmente personal. Por supuesto, el punto principal aquí es que hay un reconocimiento de que este pasaje está hablando de otro y no es algo que forma parte de la trinidad. (Páginas 654-655)

En el Nuevo Testamento, en el Evangelio de Juan, en los capítulos mencionados anteriormente, se menciona, más de una vez, que este Paráclito o, a veces mencionado como el Espíritu de la Verdad “no hablará de sí mismo; pero todo lo que oiga, eso hablará: y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13), “porque no hablará de sí mismo, sino que dirá lo del Padre dirá”. Esto demuestra que este Consolador está recibiendo instrucciones, conocimiento y revelación de otra fuente-Dios. Si decimos que el Consolador es el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo se conoce como parte de Dios, entonces él no necesita otra fuente para recibir revelación._ Esto, en sí mismo, rechaza la noción de que el Paráclito es el Espíritu Santo, y en su lugar está hablando de un ser humano

Las similitudes con Muhammad

De hecho, si se analiza al revés, se puede decir que esta es la descripción exacta de la revelación al Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él. Uno de los principales puntos que dijimos es que Profeta Muhammad no estaba hablando de su propia voluntad, el propio Corán dice: “Ni habla de acuerdo a sus pasiones. Él solo transmite lo que le ha sido revelado. Aquello que les enseño el Dotado de Poder”. (El Corán 53:3-5)

Además, es plenamente coherente con la naturaleza del Profeta Muhammad y lo que el Corán, en sí, dice acerca de su misión. En primer lugar, el Corán deja claro que es la escritura más completa revelada por Dios. Dice, describiendo el Corán: “…el Libro que contiene todos los preceptos [que necesitan los hombres] y el cual es guía, misericordia  y albricias…” (16:89)

Uno de los últimos versos revelados del Corán dice, “Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia sobre vosotros y he dispuesto que el Islam sea vuestra religión”. (El Corán 5:3) Esto demuestra de manera concluyente algo que no está claro en ninguna de las escrituras anteriores. Sólo el Corán lo hace muy obvio y muy explícito que es la última revelación de Dios y la realización del mensaje de todos los profetas.

En cierto sentido, la misión de este profeta por venir iba a recordar a la gente de la verdad que Jesús había predicado. El Evangelio de Juan usa terminología similar diciendo que el Consolador “les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho”. (Juan 14:26) El Consolador le recordará a los seguidores de Jesús que lo que estaba enseñando era simplemente que el Profeta Jesús fue un gran mensajero de Dios; Jesús dio la noticia del último profeta que vendría después de él, y ese es el Profeta Muhammad.

Adaptado, con autorización, de las conferencias de audio transcritas en www.jamalbadawi.org