Por Azra Awan

Un sinnúmero de musulmanes alrededor del mundo anticipa la celebración anual de tres días de un evento histórico que tuvo lugar hace miles de años en el tiempo del Profeta Abraham (la paz sea con él: p). Esta ocasión, conocida como Eid ul Adha o la Fiesta del Sacrificio, es una representación de dos eventos significativos en el Islam: la culminación del Hajj (o el peregrinaje a la ciudad santa de La Meca en Arabia Saudita), y la orden que Dios (Alá) le dio al Profeta Abraham para sacrificar a su amado hijo, Ismael.

Eid ul Adha es observado el día 10 del mes de Dhul Hijjah, el último mes del calendario islámico lunar. La mayoría de los musulmanes celebran este día, y tiene un significado particular para los peregrinos realizando el Hajj.
Para entender el contexto del Eid ul Adha, hay que explicar el motivo del Hajj. Alá había hecho la peregrinación obligatoria para la humanidad inicialmente durante la época del Profeta Abraham. Esto se menciona en el Corán en el siguiente verso:

“Y convoca a los hombres a realizar la peregrinación; vendrán a ti a pie, o sobre camellos exhaustos de todo lugar apartado”. (22:27)

Sin embargo, tras el paso del tiempo la expansión de la idolatría nuevamente en Arabia causó que los ritos del Hajj fueran alterados. Con la llegada del Islam y el Profeta Muhammad (p), Alá restableció el Hajj como el quinto pilar del Islam, y describió la forma correcta en la que se debía realizar.

Alá ha ordenado que cada musulmán sano que puedan pagarlo debe realizar la peregrinación al menos una vez en su vida. Varios rituales principales constituyen el marco de esta experiencia:

1. Tawaf (circunvalar la Kaba siete veces);
2. Sa’i (caminar entre los montículos de Safa y Marwa siete veces);
3. Suplicar a Alá en Arafat (el lugar donde el Profeta Muhammad (p) dio su discurso de despedida, proclamando el sello final del Islam, y donde los musulmanes creen que serán resucitados en el Día del Juicio); y
4. Apedrear los pilares que simbolizan a Satanás en Mina (el lugar donde Satanás desafió repetidamente a Abraham a desobedecer la orden de Alá de sacrificar a su hijo).

Cada uno de estos actos prescritos es un paso en el arduo camino del peregrino hacia la purificación espiritual. Cuando el peregrino ejecuta con éxito estos actos en la forma prescrita con la mayor sinceridad y humildad, todos sus pecados anteriores serán perdonados. El último ritual que los peregrinos deben realizar, para indicar su finalización, es el sacrificio de un animal doméstico, típicamente un cordero.

Además de indicar la realización del Hajj, Eid ul Adha rinde homenaje al sacrificio monumental que el Profeta Abraham iba a hacer. Abraham fue ordenado por Alá a sacrificar a su amado hijo, Ismael, como una prueba de obediencia. Abraham se sometió voluntariamente al mandato de Alá. Por Su Misericordia, Alá reemplazó a Ismael en el momento del sacrificio con un cordero. Este acto desinteresado de obediencia de Abraham es conmemorado por el sacrificio de un animal doméstico como el cordero, la oveja, vaca o cabra, cuya carne luego se distribuye entre familiares, vecinos y los pobres.

En algunas partes del mundo que impiden que los musulmanes sacrifiquen personalmente a un animal, los musulmanes donan dinero a organizaciones de caridad, que luego sacrifican a los animales en su nombre y distribuyen la carne entre los pobres. De acuerdo con el siguiente mandato del Corán (22:28), “… y recuerden el nombre de Alá en los días consabidos al sacrificar las reses del ganado que Él les ha proveído. Comed, pues, de ellas, y dad de comer al indigente y al pobre”, Eid ul Adha ejemplifica los instintos caritativos de los musulmanes en su esfuerzo común para ver que nadie se quede privado de la carne del sacrificio. Incorpora además los valores de la disciplina y la abnegación, y de someterse a la voluntad de Alá.

Eid ul Adha es una ocasión alegre marcada con tradiciones familiares y celebraciones. Las festividades comienzan en la mañana después de la oración del amanecer, donde los musulmanes, vestidos con sus ropas más finas, asisten a la oración congregacional seguida por un sermón. Una vez finalizado los servicios, las personas se saludan con las bendiciones del Eid: Eid Mubarak y TaqabAllah minna wa minkum (Que Alá lo acepte de nosotros y de ustedes). Posteriormente, los musulmanes suelen visitar las casas de familiares y amigos, participando en las fiestas de acuerdo con sus culturas nativas y, a menudo intercambian regalos, y muchos anticipan ansiosamente el regreso de aquellos amigos y familiares que fueron al viaje del Hajj.

El cristianismo, el judaísmo y el Islam tienen sus raíces en el Profeta Abraham (Ibrahim en árabe), que es conocido como el padre de las tres religiones monoteístas. El Islam relata que Abraham tuvo dos mujeres, Sara y Háyar, cada una parió un hijo, Isaac e Ismael, respectivamente. Aunque Háyar fue inicialmente la sirvienta de Sara, según el Islam, Háyar después se casó con el Profeta Abraham y le dio un hijo llamado Ismael. El Profeta Muhammad (p) es descendiente de Ismael, mientras que el cristianismo y el judaísmo tienen sus raíces en el Profeta Isaac, el hijo de Sara. El sacrificio de Abraham es de importancia en las tres religiones monoteístas, aunque no es conmemorado por los judíos y los cristianos de la misma manera que en el Islam. El cristianismo y el judaísmo, sin embargo, afirman que el hijo que Alá había ordenado que fuera sacrificado fue Isaac, en lugar de Ismael.

Ya sea en el Islam, el cristianismo o el judaísmo, el sacrificio del hijo del Profeta Abraham tiene un significado histórico. Los musulmanes celebran el evento a través de las festividades de Eid ul Adha como es habitual en sus culturas nativas. Eid ul Adha es un tiempo para reflexionar sobre las dificultades que enfrentó el Profeta Abraham, un momento para celebrar el final de la peregrinación, y un día que todos esperan con ansias. ¡Eid Mubarak!

1 p significa “que la paz sea con él”, una invocación de respeto.

2 La Kaba – Los musulmanes creen que esta es la primera casa construida para la adoración de Dios. Es en La Meca, Arabia Saudita y es la dirección en la que los musulmanes se dirigen para orar cinco veces al día.