Los musulmanes exploraron Sudamérica mucho antes de que Colón “descubriera” las Américas, y el Islam era la segunda fe monoteísta introducida al continente después del catolicismo.
A pesar de estos hechos, el Islam ha tenido un pasado trágico en América Latina y los musulmanes han comenzado a reclamar su identidad y patrimonio solo los tiempos recientes. Los latinoamericanos han llegado a conocer el Islam en gran parte por el comportamiento de sus vecinos musulmanes: las oraciones, el ayuno y la abstención de la carne de cerdo y el alcohol. Los musulmanes muchas veces se enfrentan a una variedad de problemas como minorías en Sudamérica: asuntos relacionados a la modestia en el vestimento, la participación política, la práctica de su religión y su aportación en asuntos sociales.
Hoy en día, Latinoamérica cuenta con una comunidad musulmana vibrante que está entregada a practicar su religión, aumentar el conocimiento entre los musulmanes siguiendo la religión Islámica auténtica y establecer un puesto entre sus pueblos adoptados como ciudadanos productivos, dedicados al mejoramiento de sus países.