La Shahada o el testimonio de la fe:
El primer pilar del Islam

La palabra “musulmán” significa el que se somete a la voluntad de Dios, independientemente de su raza, nacionalidad u origen étnico. Convertirse en musulmán es un proceso simple y fácil que no requiere condiciones previas. Se puede convertir al Islam en privado, o se puede hacer en presencia de otras personas. Recursos tales como la línea directa 877-WHY-ISLAM pueden ayudar a resolver cualquier duda acerca de este proceso.

Si alguien tiene un verdadero deseo de ser un musulmán y una convicción plena y fuerte de que el Islam es la verdadera religión de Dios, entonces, todo lo que hay que hacer es pronunciar la “Shahada”, el testimonio de la fe. La “Shahada” es el primero y el más importante de los cinco pilares del Islam. Con la pronunciación de este testimonio, teniendo la creencia y convicción sincera, la persona entra al Islam.

 

EL TESTIMONIO DE LA FE

Traducción al español/castellano

Atestiguo que no hay nada ni nadie que se merece adoración excepto el Dios Único, y atestiguo que Muhammad (que la paz esté con él) es el siervo y mensajero final de Dios.

Transliteración árabe

Ash-jadu anla ilaja illal-Laju Wahdaju la Sharika Laju wa-ash-jadu anna Muhammadan abduju wa rasuluju.

La declaración de fe se compone de dos partes diferentes: la creencia absoluta en la Unidad de Dios y la creencia en el Profeta Muhammad como un ser humano mortal y Mensajero de Dios.

La creencia fundamental del Islam es la Unicidad de Dios. Todas las otras creencias se basan en este monoteísmo. Por lo tanto, reconocer esto ‘dar testimonio’ de ello es la clave para la fe musulmana. Uno no puede ser un musulmán a menos que acepte esta creencia fundamental y la observe. Un musulmán acepta solo a un Dios, el Único Maestro, Señor y Soberano sin coparticipes ni socios que compartan sus facultades y atributos. Él es Uno; Él es Único; Él no es el padre de nadie, ni tiene o ha tenido ningún padre. Él es Todopoderoso y Autosuficiente. Él es eterno.

La creencia en el Profeta Muhammad, que la paz esté con él (p), como el siervo y Mensajero de Dios completa la fe. El Profeta fue el más grande de todos los profetas de Dios, sin embargo, era sólo un ser humano con ninguna parte en la Divinidad. Esta es una creencia muy importante que mantiene a los musulmanes lejos de asociarle coparticipes a Dios. Esta parte de la declaración de la fe refuerza la primera parte que dice que Dios es el Único Ser Supremo sin coparticipes, y también establece la autoridad absoluta del Profeta como el Mensajero de Dios, al que también se debe obedecer en todos los asuntos relacionados con la fe.

El Profeta Muhammad fue el último profeta que nos trajo el libro final (el Sagrado Corán) para seguir. Vivió entre su pueblo durante mucho tiempo y su vida fue documenta hasta el más mínimo detalle. _ Dirigió a sus seguidores con su excelente ejemplo. La forma en que vivió su vida y lo que él les enseñó a sus seguidores acerca de la vida cotidiana se llama la Sunnah, o las tradiciones del Profeta.

La segunda parte de la Declaración de Fe hace que sea igualmente importante obedecer y seguir el consejo del Profeta Muhammad como lo es creer en la unicidad absoluta de Dios. Cuando una persona declara su creencia, se le llama un musulmán – es decir, alguien que se somete a la voluntad de Dios por completo.

Al entrar a la religión Islámica únicamente para complacer a Dios, todos los pecados de esa persona son perdonados y comienzan una vida nueva de piedad y rectitud. El Profeta (p) dijo, “¿Sabéis que aceptando el Islam destruye todos los pecados que le precedieron?” Cuando una persona abraza el Islam, está arrepintiéndose de todas sus creencias y costumbres anteriores. Ellos no tienen que preocuparse de los pecados cometidos antes de su conversión. El récord de la persona después de convertirse en musulmán está limpio, y es como si acabara de nacer del vientre de su madre. Hay que tratar lo más posible de alejarse de pecados y hacer la mayor cantidad de buenas obras. Dios ha prometido el Paraíso para las personas que se apartan de este mundo con el testimonio de la fe.