Como entré al Islam por Cat Stevens
De músico a musulmán por el decreto de Alá
Todo lo que tengo que decir es todo lo que ya saben, para confirmar lo que ya saben, que el mensaje del Profeta, que la paz sea con él, dado por Dios, es la religión de la verdad. Como seres humanos se nos ha dado una conciencia y un deber que nos ha puesto en un nivel alto sobre toda la creación. El hombre es creado para ser el delegado de Dios en la tierra y es importante darse cuenta de la obligación de deshacernos de todas las falsas ilusiones y hacer de nuestras vidas una preparación para la próxima vida. Cualquiera que pierda esta oportunidad no tendrá otra, no será reproducido una y otra vez para rectificarse, porque dice en el Corán que cuando el hombre tenga que rendir cuentas, dirá, “¡Oh, Señor!, Envíanos de nuevo y danos otra oportunidad”.
El Señor dirá, “si te envío de nuevo harás lo mismo”.
Mi temprana crianza religiosa
Yo me crie en el mundo moderno con todos los lujos y lo mejor del mundo del espectáculo. Nací en un hogar cristiano, pero como sabemos, cada niño nace con su naturaleza original – son sus padres los que lo encaminan a esta u otra religión. Me dieron esta religión (el cristianismo) y pensaba de esta manera. Me enseñaron que Dios existía, pero no había una conexión directa con Dios, por lo tanto teníamos que hacer contacto con Él por medio de Jesús – él era, de hecho, la puerta a Dios. Esto era más o menos aceptable para mí, pero no estaba completamente convencido.
Miraba algunas de las estatuas de Jesús; eran solo piedras sin vida. Y cuando me dijeron que Dios era tres, estaba aún más confundido pero no podía discutir. Yo lo creía más o menos, porque tenía que respetar la fe de mis padres.
Estrella Pop
Gradualmente me sentí alienado de esta crianza religiosa; comencé a hacer música. Quería ser una gran estrella. Todas las cosas que vi en las películas y en los medios me impactaron, y quizás pensé que eso era mi Dios, el objetivo de ganar dinero. Tenía un tío quien tenía un hermoso auto “¡Bien!”, dije, “Lo logró”, tenía mucho dinero. La gente a mí alrededor me influenció a pensar que esto era lo que tenía que anhelar, este mundo era el Dios. Decidí entonces que esta era la vida para mí, ganar mucho dinero, darme la ‘gran vida’. Ahora mis ejemplos eran las estrellas de la música popular, comencé a componer canciones, pero tenía un sentimiento profundo por la humanidad, un sentimiento que me hacía pensar que si me volviera rico ayudaría a los necesitados (dice en el Corán, hacemos una promesa, pero cuando logramos algo queremos agarrarlo y nos volvemos codiciosos). Entonces lo que pasó fue que me hice muy famoso. Todavía era un adolescente, mi nombre y foto estaban en todos los medios. Me hicieron más grande que la vida y la única manera que podía vivir más grande que la vida era estando intoxicado (con licor y drogas).
En el hospital
Después de un año de éxito financiero y ‘buena’ vida, me enferme gravemente, contraje tuberculosis y tuve que ser hospitalizado. Fue ahí que comencé a pensar: ¿Qué era lo que me estaba pasando? ¿Era yo un cuerpo y mi objetivo en la vida era meramente satisfacer ese cuerpo? Me di cuenta ahora que esa calamidad era una bendición que Alá me dio, una oportunidad para abrir mis ojos, ‘por qué estaba aquí, por qué estaba en una cama’, y comencé a buscar algunas respuestas. En ese tiempo había un gran interés en el misticismo oriental y empecé a leer y la primera cosa que tomé presente fue la muerte, y que el alma se mueve, no para. Pensé que estaba tomando el camino a la bendición y alto cumplimiento, comencé a meditar y me hice vegetariano. Yo ahora creía en ‘la paz’ y el ‘flower power’, y este era el curso general. Pero lo que creía en particular era que yo no era un cuerpo, este conocimiento me vino en el hospital. Un día cuando estaba caminando me agarró la lluvia.
Empecé a correr a refugiarme y luego me di cuenta, ‘espera un minuto, mi cuerpo se está mojando, mi cuerpo me está diciendo que me estoy mojando’. Esto me hizo pensar de un dicho que el cuerpo es como un burro y tiene que ser entrenado a donde tenga que ir de lo contrario el burro te guiará a donde quiera ir. Entonces me di cuenta que tenía una voluntad, una voluntad dada por DIOS; seguir la voluntad de DIOS era fascinante por la nueva terminología que estaba aprendiendo en la religión oriental. Comencé a hacer música otra vez y ahora empecé reflejando mis propios pensamientos. Recuerdo la letra de una de mis canciones. Era así: ‘Desearía saber, desearía saber qué hace al Cielo, qué hace al Infierno, ¿sé conocerte en mi cama o en alguna sucia celda mientras otros alcanzan el gran hotel?’ y sabía que estaba en el Camino’. También escribí otra canción ‘el camino para encontrar a DIOS’.
Me volví cada vez más famoso en el mundo de la música. Pase por una época difícil porque me estaba volviendo rico y famoso y al mismo tiempo estaba buscando sinceramente la verdad. Entonces llegué a un punto que decidí que el Budismo era bueno y noble, pero no estaba preparado para abandonar el mundo; estaba tan apegado al mundo que no estaba preparado para ser un monje y aislarme de la sociedad. Probé el Zen y Ching, numerología, cartas de tarot y astrología. En ese tiempo no sabía nada acerca del Islam y luego, lo que considero un milagro ocurrió. Mi hermano había visitado la mezquita en Jerusalén y estaba muy impresionado que mientras ese lugar palpitaba con vida, también prevalecía una atmósfera de paz y tranquilidad.
El Corán
Cuando él vino a Londres trajo una traducción del Corán, la cual me regaló. Él no se hizo musulmán, pero sintió algo por esta religión, y pensó que yo podría encontrar algo en ella también. Y cuando recibí el libro (Una guía que me podría explicar todo: ¿Quién era? ¿Cuál era el propósito de la vida? ¿Cuál era la realidad y qué sería la realidad, y de dónde vine?), me di cuenta que esta era la verdadera religión – religión no en el sentido que el Occidente lo entiende, no el tipo de religión solo para una edad avanzada. En el Occidente quienquiera que desee abrazar una religión y hacerla su única manera de vida es clasificado como fanático. Yo no era un fanático; en primer lugar yo estaba confundido acerca de la relación entre el cuerpo y el alma. Entonces me di cuenta que el cuerpo y el alma no están separados y que no se tiene que ir a las montañas para ser religioso. Nosotros debemos seguir la voluntad de Dios; y entonces nos podremos elevar más alto que los ángeles. La primera cosa que quería hacer era convertirme en musulmán.
Me di cuenta que todo le pertenece a Dios, y que el sueño no Lo alcanza. Él creó todo. A este punto comencé a perder el orgullo en mí, porque había pensado que la razón de mi existencia era por mi propia grandeza. Pero me di cuenta que no me creí a mí mismo, y el completo propósito de mi vida aquí era someterme a la enseñanza que ha sido perfeccionada por la religión que conocemos como el Islam.
Fue entonces que comencé a descubrir mi fe; sentí que era un musulmán, leyendo el Corán. Ahora me di cuenta que todos los Profetas enviados por Dios trajeron el mismo mensaje. Todo se hizo tan entendible. Esta es la belleza del Corán; te pide que reflexiones y razones y que no adorares al sol o a la luna, sino al Único que ha creado todo.
El Corán le pide al hombre a reflexionar sobre el sol y la luna y en la creación de Dios en general. ¿Te das cuenta cuán diferente el sol es de la luna? Ellos están a varias distancias de la tierra, sin embargo aparentan el mismo tamaño para nosotros; algunas veces uno se sobrepone al otro. Inclusive cuando muchos de los astronautas van al espacio, ellos ven el insignificante tamaño de la tierra y la vastedad del espacio, se vuelven muy religiosos, porque han visto los signos de Alá.
Cuando leí el Corán mucho más, habló acerca de la oración, la benevolencia y la caridad. No era un musulmán todavía, pero sentí que la única respuesta para mí era el Corán, y Dios me lo había enviado y mantenido en secreto. Pero el Corán también habla en diferentes niveles. Comencé a entenderlo en otro nivel, donde el Corán dice “Aquellos que creen no toman a los no-creyentes por amigos y a los creyentes como hermanos”. Entonces deseé encontrarme con mis hermanos musulmanes.
Conversión
Entonces decidí viajar a Jerusalén (como mi hermano lo había hecho). En Jerusalén, fui a la mezquita y me senté. Un hombre me preguntó qué quería. Le dije que era un musulmán. Él me preguntó mi nombre; le dije ‘Stevens’. Él estaba confundido. Luego me uní a la oración, pero no exitosamente.
De vuelta en Londres, me encontré con una hermana llamada Nafisa. Le dije que quería abrazar el Islam y me dirigió a la mezquita New Regent. Esto fue en 1977, casi un año y medio después de que recibí el Corán. Ahora me di cuenta de que debía deshacerme de mi orgullo, deshacerme de Iblis (el demonio) y encarar una dirección. Entonces un viernes, después del yumua (el sermón y la oración del viernes) fui al Imam y le declaré mi fe en sus manos.
Tienes ante ti alguien que ha logrado la fama y la fortuna. Pero la guía era algo que me eludía, no importaba cuanto trataba, hasta que me fue evidenciado el Corán. Ahora me di cuenta que puedo tener contacto directo con Dios, a diferencia de cualquier otra religión. Como una mujer hindú me había dicho, “No entiendes a los hindúes, nosotros creemos en un sólo Dios, usamos a estos objetos (los ídolos) meramente para concentrarnos”.
Lo que ella me estaba tratando de decir es que para poder alcanzar a Dios uno tiene que crear asociados, que son los ídolos, para el propósito. Pero el Islam remueve todas esas barreras, la única cosa que diferencia a los creyentes de los incrédulos es el Salat (la oración). Este es el proceso de purificación.
Finalmente quiero decir que todo lo que hago es para complacer a Alá y espero que obtengan alguna inspiración de mis experiencias. Además me gustaría agregar que no entré en contacto con algún musulmán antes de que abrazara el Islam. Leí el Corán primero y me di cuenta que ninguna persona es perfecta; el Islam es perfecto, y si imitamos la conducta del Profeta Muhammad (que la paz sea con él) seremos exitosos. Quiera Alá que nos dé guía para seguir el camino de la Umma (Nación) de Muhammad (que la paz sea con él). Amen.
Yusuf Islam
(antes conocido como Cat Stevens)
Tomado de: